viernes, 18 de diciembre de 2015



La Ley de Herodes


El título, publicado el 10 de diciembre de 2003, fue inspirado inicialmente en una frase salida en alguna película de Cantinflas, legendario humorista mexicano de mediados del siglo pasado. En ella, el personaje, en uno de sus discursos tradicionales en el que hablaba mucho y nada decía realmente, la mencionó. Algo así como “te sale la Ley de Herodes: o lo resuelves… o ya veremos”.

La picardía en el gesto de Cantinflas, en el que realmente quería decir “…o te jodes” para desafiar la censura fue notable. Hay que recordar que en los años de esplendor de ese estilo de cine, del mexicano y el general, las groserías estaban totalmente eliminadas. Era un espectáculo destinado a toda la familia y requería de un vocabulario “apto para todo público”.

En México, es una frase común, por lo que pueden ver aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=TvAFqjpVVTk


La Ley de Herodes también inspiró un famoso film mexicano de 1999, con gran reconocimiento internacional al tratar la corrupción en los gobiernos de ese país (y latinoamericano en general)

http://www.imdb.com/title/tt0221344/?ref_=fn_tt_tt_1


Casualmente en la temporada de beisbol profesional venezolano de 2003-04, Navegantes del Magallanes, uno de los equipos más populares en el beisbol profesional venezolano (si no el que más), se veía con dificultades para obtener la clasificación a la segunda fase.

Así que le comenté a José Visconti, entonces jefe de redacción del Diario Meridiano, para titular con La Ley de Herodes cuando Magallanes estuviera realmente comprometido, en donde necesitaría ganar todos o casi todos sus juegos, y que otros resultados se acomodaran a sus intereses. Siendo un diario deportivo, las frases populares tenían cabida para darle un tono picaresco a la situación del equipo.


Llegó la noche


Se presentó la oportunidad la noche del 9 de diciembre de 2003, para publicarla al día siguiente. A fin de conocer el posible impacto del titular me puse a escuchar algunos programas de radio en la mañana del 10. Cuando César Miguel Rondón, en su programa de Éxitos 99.9 señaló:
-          Meridiano titula: Magallanes: La Ley de Herodes… je je.

Supe allí que el titular tendría buena receptividad en el público. En Radio Deportes lo mencionaron con risitas aguantadas. Y Ramón Corro, conductor entonces de La Voz del Fanático, por Meridiano Televisión, también hizo buena alusión al respecto. Después me comentaron que se reían de los magallaneros en las redacciones de periódicos y otras oficinas, para indicarles la necesidad de ganar para que no le saliera la ahora famosa ley y quedara eliminado de toda competencia.
No obstante, uno de mis jefes se disgustó por la acción. Y se lo comentó a cada uno de los redactores de planta:
-          ¿Viste lo que hizo Piconcito? ¿Cómo se le ocurre? No puede ser. No pueeeedeeee ser.

Varios de los colegas, como Guillermo Yáber Llanos, Pedro Ricardo Maio, Manuel Todea y German Cartaya  me contaron esa parte de la historia cuando llegué a la redacción antes de comenzar mi turno. Y todos se rieron de esa situación y del titular. Al rato el jefe me conminó a no volverlo a hacer.
Lamentablemente (para él), pocos días después el popular equipo quedó eliminado. Y adivinen…
Sí. Llegó para Magallanes la Ley de Maciste. Pero esa otra historia.

jueves, 5 de noviembre de 2015

¿Perdió? 
Mejor para nosotros






Si el gran público cree que los periodistas deportivos sentimos empatía con los atletas o equipos, o compartimos sus mismas alegrías y tristezas, se equivoca en algunas ocasiones.
¿La razón? Un resultado puede alterar la mecánica de trabajo. Y si un éxito crea complicaciones en el cierre de la edición nocturna, entonces amigos lectores no periodistas: tengan la seguridad absoluta a que desearemos su derrota
Veamos algunos casos.
Un sábado de 2006, el púgil Edwin "Inca" Valero iba a pelear por el título mundial del peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo en Puerto Rico...
Para quienes no saben, el sábado es uno de los días más agobiantes en el periodismo deportivo.          
Porque se prepara la edición del domingo, y tradicionalmente se cierra una hora más temprano que de costumbre, especialmente en los medios de mayor difusión.
La mayoría de los periódicos con mayor tamaño tienen encartes, revistas y un mayor número de páginas, a pesar de las restricciones del papel que tenemos en Venezuela.
Volviendo al caso de Valero, mi coordinador de deportes, Rafael Vielma, me dio las siguientes indicaciones:

- La pelea es a la nueve y media de la noche. Si gana el "Inca" entonces vas a cambiar la mitad de la última página del periódico con una foto de la pelea. También vas a hacer la nota principal de la página 5 de El Deportivo (suplemento especial de Últimas Noticias) y la primera página de El Deportivo vas a poner la foto principal alzando el trofeo de campeón.

Conveniencias

Cerca de allí estaba Luz Mely Reyes, entonces jefa de la sección Fin de Semana en Últimas Noticias (ahora vibra con efectococuyo.com y @efectococuyo), quien no pudo dejar de oir mi pregunta a Rafael:
- ¿Y si pierde?
- Entonces solo cambias un título pequeño en la última página, y haces una nota corta en la página 5.

Analizando las consecuencias de cada resultado, le dije a Rafael: 
-Sí es así mejor que pierda. Menos trabajo-. Pero lo dije más interesado en conocer la reacción de Luz Mely.

Inmediatamente intervino ella, aunque con dudas si estábamos hablando o no en serio sobre nuestros deseos del resultado:
- Ustedes como no quieren a su país ¿Cómo van a desear que pierda?
- Claro que sí Luz Mely -. Le indiqué. O le mentí, no me acuerdo bien.  -Si la pelea comienza más tarde ¿Te imaginas? Menos tiempo tenemos para buscar las fotos y llenar los textos…

Al final, el combate comenzó a las 12 de la medianoche. Y no nos quedó más remedio que usar el espacio mínimo por falta de tiempo. Las fotos nunca llegaron porque las agencias no se ocuparon seriamente del evento y las primeras gráficas llegaron (nos enteramos al día siguiente) casi a las tres de la mañana.

Otros ejemplos




El más reciente fue durante la Serie Mundial de las Grandes Ligas que terminó el pasado domingo 1 de noviembre. Carlos Cedeño, editor nocturno de Líder estaba en su casa por tener el día libre. Si Reales de Kansas City ganaba (como en efecto sucedió) la final de las Mayores terminaba ese día con ese equipo de campeón. Si su rival Mets de Nueva York era el vencedor, entonces había que esperar al martes o el miércoles para eventualmente conocer el desenlace. Y allí le tocaría a Carlos trabajar.
Le pregunté sobre sus impresiones de ese serie y me dijo:
- Cuando Reales empató en el noveno inning, mi deseo fue que ganara y terminara. Así no tendría que estar el martes pendiente de ella. Iba a los Mets, pero mejor así. 
Se salvó de ese rayo. Porque el juego dominical culminó a la una de la mañana. Y los que estábamos de guardia llegamos a casa casi dos horas después.
Hay otras situaciones generales como las que describimos a continuación, que a la mayoría de los periodistas nocturnos o quienes hacen guardia nos ponen aprensivos:

- Cubriendo beisbol no nos molestamos si nuestro equipo favorito está perdiendo en el noveno inning y no puede quitarse la desventaja. Ya tendrá otro día para ganar (siempre y cuando no sea la final del campeonato).
- Si el basketbolista de la NBA Greivis Vásquez hace 30 ó más puntos con su equipo de gira por la costa oeste de Estados Unidos, sería terrorífico para nuestros horarios.
- Aupamos al campeón venezolano de beisbol en la Serie del Caribe,  menos en México. La diferencia de horarios nos afecta bastante. Y más de una vez hemos salido a las dos de la mañana sin colocar resultados.
- Qué al pítcher Félix Hernández lance un No Hit No Run en su sede de Seattle, donde los juegos comienza a las 10 de la noche hora de Venezuela. Cuando hizo el juego perfecto en 2012 el evento fue temprano.

Y así hay más casos. Para que lo sepan estimados lectores.











jueves, 29 de octubre de 2015

        Con Marlins de Florida 

    hasta la cuatro de la mañana





El domingo 26 de octubre de 1997, Marlins de Florida derrotó a Indios de Cleveland 3-2 en el séptimo y último encuentro de la Serie Mundial de las Grandes Ligas. 
     Dicho juego culminó poco después de la una de la madrugada hora de Venezuela. Pero quienes estábamos en la redacción de Meridiano debíamos apoyar la culminación de un suplemento especial, que resumía dicho evento.
     Ya con un séptimo y último juego asegurado, le participaron a la diagramadora María Quintana, que terminara de armar dicha publicación y a mí para proporcionarles las gráficas y redactar lo que hiciera falta. Y todo eso después que terminara la actividad del propio diario.
     Por eso, el sábado 25 de octubre, estábamos ligando que Marlins, que estaba arriba en la Serie Mundial tres juegos a dos, venciera a Indios para salir de esa situación, y disponer de un domingo tranquilo por la noche
     Pero Cleveland reaccionó para llevar las cosas hasta lo último. Mi amigo y vecino de entonces, Juan Carlos Feijoó, estaba apoyando la causa del equipo, uno de los más nuevos en ese momento, porque nació con la última expansión del deporte en 1993. Y cuando nos veíamos al compartir la afición común por el hipismo, hablábamos también de la oportunidad para Florida.

NO HAY FOTO

Los problemas comenzaron cuando buscábamos las gráficas del sistema y no llegaban. Resulta que un problema técnico impedía que las tuviéramos a la misma velocidad que los otros medios afiliados a las diversas agencias. Mientras tanto el juego transcurría. Indios llegó con ventaja en el noveno inning, pero Florida igualó con este elevado de sacrificio de Craig Counsell;

https://www.youtube.com/watch?v=qvZtn5jwZ1Y

     Eso nos llevó a lo más temido en las redacciones de beisbol: el extrainning. Y nosotros, también pendientes del trabajo que venía después, nos llevamos las manos a la cabeza. Las fotos fueron llegando, pero el extrainning terminó cuando Edgar Rentería con su legendario batazo acabó con la película. Pueden verlo aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=u3adHS_f50g

     En ese instante, María y yo junto al corrector Alberto Hernández (a la una de la mañana) nos dedicamos lo más rápido posible a terminar la edición del lunes. que encabeza estas líneas y allí a trabajar como unos burritos para que el suplemento dichoso saliera con el mejor material disponible.
     Rendidos por el sueño, terminamos a eso de las cuatro. Como habían ejemplares de Meridiano por allí impresos me animé a buscar uno para dárselo a Juan Carlos. Y siendo vecinos del mismo piso preferí dejárselo debajo de su puerta, para que disfrutara del periódico. Sabía que estuvo hasta la madrugada siguiendo el juego y después leería con gusto la reseña.
     Eso sí, no estaba interesado en hablar con alguien hasta después de las dos de la tarde.

José Mesa y Omar Vizquel

El "causante" del extrainning, el lanzador de Cleveland José Mesa y su compañero de ese momento Omar Vizquel, desarrollaron una muy mala relación luego de este juego. Para Vizquel, Mesa no aguantó la presión y por eso Florida empató en el noveno inning, quitándole el manjar de la Serie Mundial a Cleveland para perderla después.
     Cuando ambos con el tiempo dejaron de jugar con Indios y fueron rivales, Vizquel terminó recibiendo pelotazos de Mesa en represalia, debido a que Omar publicó un libro que dejó mal al pítcher. Más detalles de eso en este artículo de espn.com.:

     Yo también le tuve rabia a Mesa. Gracias a su inefectividad llegué a casa casi amaneciendo. Afortunadamente, no me iba a exponer a un bolazo del lanzador.
     Pero fueron cosas inolvidables de esa Serie Mundial.




         

lunes, 25 de mayo de 2015

La moto de Juan Bimba Express








Cada redacción de periódico tiene algún proveedor de cómida rápida para aliviar la carga de trabajo. Desde la vieja parroquia caraqueña de La Pastora, la tradicional pizzería Juan Bimba Express se convirtió durante los últimos tiempos prósperos, en el principal surtidor de pizzas, hamburguesas y pollos fritos de quienes trabajábamos en la Cadena Capriles cuando su sede era la Torre La Prensa, al lado del Panteón Nacional.

    A lo largo del día, decenas de periodistas y oficinistas del grupo editorial sacaban de sus gavetas algún volante de Juan Bimba. Porque de eso se aseguraba el motorizado que llegaba con su vehículo, bien acondicionado para llevar en el compartimiento trasero las solicitudes, que siempre incluían el refresco en lata o su versión plástica de dos litros. Con la entrega, siempre estaba el volante con los teléfonos que con el tiempo lo aprendimos de memoria.

     Me tocó en algunas ocasiones responder preguntas como: 
- Hoy es martes, Leonardo ¿Cuál es la promoción?
     Y yo mismo, cual gerente de mercadeo del establecimiento (perdonen si estas líneas lo parecen) respondía con autoridad:
- Treinta por ciento de descuento en la pizza familiar hasta tres sabores.
- ¿Te anotas con nosotros?
- Seguro que sí...

   Así entre cuatro o cinco nos zampábamos la familiar a un precio más económico que las de grandes cadenas del ramo.

Pizzas para Hugo Chávez


Una razón más por las cuales realicé bastantes pedidos desde la oficina, fue por el nombre de mi jefe en Deportes, ahora director del Diario Líder. En efecto, Hugo Chávez (pero el segundo nombre de este es René) me llamaba discretamente para que yo sirviera de intermediario con el local, aunque siempre con mi nombre. Así que un día le consulté sobre la razón.

- Es que cada vez que llamo, empiezan a vacilarme desde el teléfono con:
“A la orden mi comandante, la ‘Misión Pizza’ va para allá”.
“Se la llevamos ahora meesssmo”.
“¿En serio que usted es Hugo Chávez? No puedo creerlo”. Y el controlador de pedidos desde el teléfono preguntaba a sus compañeros: "Adivinen ¿Quién nos encargó una pizza?"

   Cansado de esta guasa relacionada con el fallecido presidente de Venezuela, que le hacía perder tiempo y crecer el apetito, acudía al comodín de un amigo.

    Cosas  propias de alguien con el mismo nombre de este carismático personaje, digna de otras anécdotas.

     Otro compañero, como Luis Villapol, el editor nocturno de Últimas Noticias, era especialista en las hamburguesas. Se conocía de memorias las recetas, similares a las de los carritos legendarios de la Plaza Venezuela, Altamira y La Castellana así como la Calle del Hambre en La Trinidad.

     Por unos meses en 2010 Juan Bimba Express se atrevió a vender una con filet de pescado, pero no duró mucho tiempo por falta de apoyo. Lástima. Era mi barranco favorito.

   Como verán, nada de esto contribuyó a la salud. Cualquier nutricionista calificaría como atentado al sistema digestivo el pedido, especialmente las hamburguesas y pollos fritos, que venían acompañados de las vituperadas papas bañadas en aceite hirviendo. Por cierto éstas tenían un sabor casero muy agradable.

     ¿Y el refresco? Bastante información hay sobre lo dañino que resulta para el organismo. Pero que sabroso es beberse una gaseosa a las tres de la tarde. Una vez a los periodistas hípicos Iván Roa y Jesús Alirio Seijas junto a mi persona, nos dieron un envase de TRRREEEEEES LITROS.

     Le brindamos a todos en la redacción. Y esa botella no bajaba. Cuando se terminó, decidimos descansar un tiempo.

Al por mayor


Los fines de semana, esas motos iban y venían de la sede en La Pastora hasta la Torre La Prensa. Y de vuelta a la sede para regresar con más pedidos porque las guardias, las que nos alejan de las familias, y los descansos, tenían que ser compensadas con estos bien sabrosos  actos gastronómicos.

    Tenían sus "horas pico“. Cual tráfico vehicular de una megalópolis, un domingo a las dos de la tarde se complicaba establecer comunicación con alguno de los cuatro teléfonos del establecimiento, que sonaban ocupados. Es que era la tradición de pedir comida fuera de casa no solo es de los hogares. También se hace en los periódicos. Aunque esta no es la mejor época porque la inflación azota al bolsillo del venezolano.

   Cuando la Cadena Capriles se mudó en 2012 a La Urbina, la pizzería extrañó el caudal de facturación que provenía de la Torre La Prensa, la cual se ha ido llenando de a poquito con sus nuevos usuarios. Aún les queda El Universal, pero esta se sitúa más lejos y en la Avenida Urdaneta hay varias opciones donde adquirir comida fuera de casa.

    Años después supe de su desaparición. Sin ruido, como muchos otros locales que despiertan nostalgia, una pizzería, que también se dignaba a vender recetas de hamburguesas y pollo frito no pudo con los embates del tiempo y la economía empobrecida del país.





sábado, 2 de mayo de 2015

Peligro en la noche: Recordando a Jhonny González



Con la muerte de Jhonny González, el redactor del diario Líder asesinado durante la madrugada del 3 de mayo de 2013, el piso se movió realmente para los que trabajamos de noche (y a cualquier hora) en el Grupo Últimas Noticias.

      Poco tiempo antes, la redacción de la Cadena Capriles se mudó en 2012 de la vetusta Torre La Prensa, al lado del Panteón Nacional, a unas instalaciones modernas en la urbanización La Urbina, al este de Caracas, que se convirtieron en un modelo a seguir por otros medios, en el cual se integraban la prensa escrita con la web, redes sociales, radio y hasta televisión, en un conjunto que aún le falta ver su crecimiento. Se está empezando, pues.

     Los ajustes se hicieron desde muchas perspectivas. Entre ellas una relativa a la inseguridad, que acecha a la sociedad venezolana en todos sus niveles.

       Recién mudados a La Urbina, varios empleados sufrieron asaltos en los alrededores. A plena luz del día, y aprovechando el factor sorpresa, periodistas y personal de otros departamentos fueron despojados de sus pertenencias. Los teléfonos móviles fueron el blanco favorito de la delincuencia.

Cayó el invicto

También la noche se enseñoreó con nosotros una vez. Junto a dos compañeros nos visitó el hampa desde un vehículo del cual salieron dos hombres, aprovechando que nos paramos para dejar en la puerta del edificio donde vive a un colega. Y en menos de 30 segundos, dos armas de fuego (o al menos así parecía) nos persuadieron para abandonar el vehículo de traslado de la empresa. Adiós carro, morral con objetos personales, documentos y hasta unas bolsas de mercado. Salvé el celular porque lo llevaba en el bolsillo y porque realmente los hampones querían transporte para próximas fechorías.
     En 20 años haciendo guardias nocturnas, nunca viví tan desagradable experiencia.

      Lo peor vino luego, porque la vida vale mucho más que una billetera o una bolsa de mercado. Lo que me afectó directamente sucedió cuatro semanas antes de despedirme rutinariamente de Jhonny, sin pensar que jamás lo volvería a ver. La fatídica madrugada esa, yo terminé mis labores con Últimas Noticias y Jhonny había hecho lo mismo con Líder, especialmente una nota del boxeo, la cual no me he atrevido a leer todavía. 
     - Nos vemos más tarde. Le dije a Jhonny, quien se quedó en su puesto viendo algo en la computadora.

      Los que terminamos de último muchas veces no decimos "hasta mañana", porque llegamos a casa en los inicios del día.

A la mañana siguiente...

Normalmente tiendo a apagar el teléfono al acostarme. Y poco acostumbro prender la computadora de mi hogar en la mañana. Pero por alguna razón lo hice y me conseguí con la noticia del asesinato de Jhonny. Éste salió unos 20 minutos después de nosotros cuando aparecieron dos motos, y a balazos segaron la vida del compañero en los alrededores de la sede, según reseñó la prensa y los distintos portales de noticias. Una vida muy joven perdida, como tantas otras en esta violencia que no perdona.
        Realmente fue demoledor para el espíritu.

       A partir de allí y por muchos días tuvimos mucho miedo. Demasiado. Un periodista que tenía un horario nocturno renunció al día siguiente, en parte por presión familiar. No quiso saber más de trabajar de noche. Yo también pensé en hacerlo. Y sentía mucha tristeza, que solo se sumaba al resto de una Redacción Única de duelo.
     Recordé al escribir estas líneas que una empleada de El Nacional fue asesinada llegando a su casa en un incidente de robo de vehículo. Y me contaron que en el Bloque DeArmas asaltaron una madrugada a los empleados que esperaban transporte al lado de la garita de entrada. Por años estuve en ese sitio y nunca pasé por un incidente similar. Ahora esperan todos en un lugar donde no estén expuestos a los delincuentes.
       ¿Y nosotros? Salimos con precauciones y temor noche tras noche, a raíz de un crimen no resuelto de un compañero. De eso han pasado 10 años.



          
       

lunes, 20 de abril de 2015

El beso que nunca nos dimos






Contraportada de Últimas Noticias Junio 14, 2012



El título le pertenece a uno de esos filmes entretenidos y olvidables que tratan sobre campamentos juveniles y refleja frustración. La protagonista recuerda parte de su adolescencia y su atracción platónica por un muchacho, al que consigue años después en los mismos escenarios del campamento...

    Tuve una frustración junto al personal de redacción de Últimas Noticias la mañana del jueves 14 de junio de 2012 cuando, entre otras cosas, el protagonismo del día anterior lo ocupó en la sección deportiva y en la parte del beisbol de las Grandes Ligas el lanzador de Gigantes de San Francisco, Matt Cain.

     El pitcher lanzó esa noche un juego perfecto, en el que retiró a todos los bateadores enfrentados. Astros de Houston fue el rival que sufrió ese tormento mientras quien escribe estas líneas llegaba a la redacción del diario totalmente mojado porque la lluvia me atrapó caminando a pocas cuadras de allí.

     El personal de redacción tenía poco tiempo en la entonces nueva sede. Apenas dos meses y entre las adaptaciones que debíamos hacer estaba la del aire acondicionado, demasiado frío en las primeras de cambio.

     Así, mojado y semicongelado se presentó el escenario de Cain, quien además al jugar de local en el estadio AT&T Park, en lo que llaman dentro del lenguaje del beisbol “los juegos de la Costa del Pacífico” significaba para nosotros en Caracas que por diferencias de horario iba a terminar más tarde.

     A medida que iba realizando esta poco común hazaña, las redacciones deportivas se preparaban para darle a los lectores del día siguiente en los periódicos sus pormenores, y también las inmediatas por las plataformas multimedias. La atención aumentó cuando el jardinero venezolano Grégor Blanco ayudó a Cain con una atrapada sensacional, la cual pueden ver aquí: 

https://www.youtube.com/watch?v=_Zc2IlMmizE

     El juego terminó un poco después de lo normal para el uso horario venezolano. Pero la noticia requería del esfuerzo de publicarlo y así lo pueden ver en la última página del periódico, que hacía un llamado a las respectivas páginas centrales con el hecho y sus detalles. Llegamos más tarde a casa y en lo personal pendiente de no terminar resfriado.

¿Que pasó ayer?

Como me acosté tarde, supe después de la mayoría ciudadana que a la mañana siguiente no salió Últimas Noticias. En efecto, la versión impresa quedó congelada en los archivos electrónicos. Una huelga en la rotativa dejó el producto final en tercera base. Y allí se quedó.
     Todavía recuerdo al compañero Víctor Boccone, preguntándome, con el característico buen gesto de un periodista pendiente del producto global: 
     - ¿Por qué no salió?
     Sin tener todas las evidencias, me limité a mostrarle la página, esa que ustedes ven en la foto que encabeza este anécdota. Se la imprimí en papel bond para que tuviera el testigo. El trabajo se hizo, pero esas "causas ajenas a la voluntad" le cedieron espacio a la competencia.
Me sentí frustrado por el esfuerzo perdido. Igual se manifestaron los redactores, diagramadores, fotógrafos y el resto del personal que se fajó por el medio. 

     Nunca más llegué empapado por la lluvia a la redacción.






lunes, 13 de abril de 2015

2. Un sueño que culminó

Portada de Meridiano 1 de septiembre de 1997



La muerte de la Princesa Diana de Inglaterra, con varios títulos nobiliarios, causó conmoción mundial el domingo 31 de agosto de 1997. Para Venezuela fue al filo de la medianoche entre sábado y domingo y la portada del Diario Meridiano del lunes 1 de septiembre recoge el impacto del “segundo día”.

Ese sábado el fin de semana parecía ser rutinario. En el caso de Meridiano la primera edición sacó una foto bien destacada de la princesa, que se encontraba grave por el accidente automovilístico sufrido horas antes en París para el cierre de la primera edición.

Estaba ocupado con los eventos deportivos y a eso de las 10 de la noche, me llamó el jefe de redacción, Víctor José López, atento a los sucesos de Europa.

— ¿Qué dicen los cables? preguntó, en relación a lo que emitían las agencias de noticias.
— Están colocando semblanzas de la vida de Diana y de su acompañante.

Dodi Al-Fayed tuvo en el último día de su existencia un gran protagonismo. También ponían las agencias notas sobre su vida. Así que Víctor José sentenció, un par de horas antes del anuncio oficial del desenlace fatal:

— Esa mujer está muerta.

Así, me precisó cuáles páginas iba a utilizar dentro del periódico para poner más detalles del suceso. “Y no tengas miedo de cambiar más si es necesario” me explicó, palabras más palabras menos, dando a entender la prioridad del caso.

Llamadas de medianoche


Al procesar distintas informaciones deportivas y al mismo tiempo estar detrás de las noticias por agencia en la computadora, olvidé ver la televisión. Así que a las 12:03 am quedé impactado por un cable de AFP (Agencia France Press) con dos palabras:

– Murió Diana.

Entonces procedí con las instrucciones. Las páginas de arte y espectáculos se destinaron a llenarlas con información sobre la vida y muerte de Diana. En la primera edición dos compañeros tenían notas diversas en esa sección. Nelson Padilla, insigne divulgador de actividades del folklore venezolano, y Eduardo Chapellín, legendario periodista multifuentes, escucharon la noticia por televisión y rápidamente me llamaron, temerosos del destino de sus trabajos.

— ¿ Y vas a sacar todas mis notas? Preguntaron cada uno con cinco minutos de diferencia.
— Debo cambiar TODO. Así como lo escuchas. TODO.

Resignados al ver que sus escritos no iban a salir en la edición de Caracas, colgaron.

Poco después de ver la foto de Diana bien destacada en la portada, decidimos poner el título principal relativo a su fallecimiento. La verdad es que a la mañana siguiente el mundo iba a estar pendiente de ella y por eso la venta de periódicos fue mucho mayor esos días (y los siguientes).

Así, Edgardo Alfonso, camarero de Mets de Nueva York en las Grandes Ligas, no pudo ocupar el titular más destacado.

Es cierto, el mundo estaba triste. Pero para los diarios impresos fue de lo mejor en ventas ante la necesidad de información del público. El Bloque DeArmas produjo días después un suplemento especial de la vida de Diana, y lo mismo hicieron otros medios. El funeral tuvo sintonía mundial por la televisión. Incluso el cantante de fama planetaria Elton John interpretó una pieza: Candle in the Wind.

Así terminó esto, con lo cual muchos sintieron pena por un personaje de fama mundial que tuvo una vida infeliz, atenuada con causas humanitarias y finalizada trágicamente en un accidente de tránsito. Fue el fin de un sueño. Y el inicio de otros como la mitología surgida en torno a este personaje. Desde enrevesadas conspiraciones hasta la aparición de su figura fantasmal, aún Lady Diana atrae alguna atención a 26 años de su estruendoso fallecimiento.

          









domingo, 5 de abril de 2015

La era dorada del fax

Este artefacto fue el gran sucesor del télex en los periódicos de gran circulación, y al igual que las computadoras personales, tuvo gran popularidad por sus posibilidades de uso en pequeñas oficinas y en los mismos hogares.

En la década de los 90 del siglo pasado, el fax fue empleado para divulgar noticias a una escala individual. Bastaba con colocar una hoja  en la bandeja, marcar el número telefónico habilitado para la transmisión del facsímil (nombre técnico original), esperar un sonido similar a este: https://www.youtube.com/watch?v=2VuFClDnolY y la hoja se podía leer al otro lado de la línea.

Cuando el aparato se popularizó entre los hogares de los periodistas, se le dio gran utilidad. 

Un ejemplo fue la redacción de reseñas de juegos del beisbol venezolano que se efectuaban fuera de la ciudad. A veces habían dificultades de transporte para los periodistas cerca de la medianoche, una vez que la inseguridad se adueñó de Caracas.

Entonces los periodistas escribían desde las casas basados en las transmisiones radiales. Peggi Quintero, Rafael Lastra y Juan Leonardo Lanz estelarizaron momentos como estos, cuando mandaban faxes a la redacción. Una vez terminaron sus respectivos juegos con 10 minutos de diferencia y sin que se pusieran de acuerdo sincronizaron perfecto sus envíos. Llegaron uno tras otro sin interrupciones.


"Colegas: me llegó un FAX"

En las redacciones de los periódicos, la frase significaba un chisme protagonizado por algún (o alguna) periodista. La redacción del Diario Meridiano de Caracas tenía hace en la última década del siglo pasado a un gran comentarista de los faxes llamado José Rubicco, quien luego ejerció la profesión en el Grupo Últimas Noticias antes de radicarse en España. En efecto, cuando Rubicco exclamaba a toda voz "me llegó un fax", las risitas entre bajas y también nerviosas (según la culpabilidad) surgían cuando simulaba la lectura de la supuesta hoja: "Conocido redactor fue visto con secretaria de este edificio, almorzando en un restaurante que deja en muy buena posición a quien invita".

El fax se transformó a "me llegó un email", en alusión al correo electrónico. Actualmente algunos decimos que "leí un tweet" o un "DM", para referirnos a un dato sobre nuestras vidas privadas.
No obstante, aún me parece que un buen chisme circula más rápido que la mejor de las redes sociales.

Michael Jordan




Tal vez el envío más famoso del deporte lo hizo el ex basketbolista Michael Jordan. La leyenda se retiró por primera vez en 1993, pocos días después de la muerte de su padre. Intentó jugar beisbol profesional pero no hizo mayor cosa y regresó al deporte que lo hizo una leyenda. Y lo anunció mediante un fax. La historia está con detalles aquí http://www.espn.com.ve/news/story/_/id/2324742/20-anos-despues-del-estoy-de-vuelta-de-michael-jordan  y muestra como se manejaban las comunicaciones en esa época. 
Pareciera que transcurrieron mucho más de 20 años ante el avance de la tecnología.