sábado, 21 de enero de 2023

La libreta del Musiú




Anotar los detalles de un juego de beisbol en una disciplina que corre el riesgo de desaparecer.

Lo que fue una rutina por muchos años de llevar jugada tras jugada en una hoja de papel diseñada para tal fin, cede protagonismo alrededor de los estadios de beisbol profesional ante la irrupción de la tecnología, que permite disponer de la información en el teléfono móvil, la tableta o la computadora desde los hogares.

Por muchos años, en el beisbol profesional venezolano los periodistas que cubrían la fuente disponían de sus respectivas libretas de anotaciones. La propia Liga Venezolana de Beisbol Profesional tenía su versión que distribuía a los medios y hubo otras iniciativas que repartían entre los periodistas e interesados y algunos otros hacían sus propios diseños.
 
Quien popularizó esto en Venezuela fue Marco Antonio Lacavalerie, el popular "Musiú" cuya vida en la radio y televisión aún se recuerda con mucho afecto, en un país que ya no existe. "Vengan pa' que lo vean", "Distancia y categoría", "Se luce cuando hay visita", entre otras frases, fueron muy populares gracias a la proyección que los medios audivisuales le dieron. Y él a ellos.

Por muchas temporadas, el "Musiú" distribuyó las libretas a los periodistas y relacionados en un gesto que ayudó a la cobertura de los juegos, cuya característica principal es que la hoja permite almacenar muchos detalles necesarios y les facilita a los comunicadores de medios impresos, construir una óptima reseña para el día siguiente. Para los de radio y televisión, sirvió y sirve de información para seguir proporcionando datos a la audiencia, como "José Altuve dio cuadrangular por la banda izquierda en el primer inning y en el cuarto fue out con roletazo a la segunda base".


La iniciativa

"Durante varias décadas él se las obsequiaba (a los periodistas) y después de fallecido me encargué de seguir la tradición" cuenta su hijo Marco Vinicio Lacavalerie "hasta que tomé la decisión de retirarme de la narración del beisbol. En 2014 fue la última edición que presenté", recordó. El "Musiú" se retiró en 1993 y murió en 1995 pero Marco Vinicio desde antes siguió la tradición familiar en el circuito radial de Tiburones de La Guaira como narrador y empleó la libreta centenares de ocasiones. Aprovecho estas líneas para agradecerle el apoyo gráfico en esta publicación.

Marco Vinicio Lacavalerie (centro) con los entonces peloteros Urbano Lugo jr. y Édgar Cáceres.


Quienes conservan las libretas encuentran grandes tesoros de archivo. Este es un caso que registra el día que Don Larsen lanzó el juego perfecto en una serie mundial. El único en la historia de la serie que define al campeón de las Grandes Ligas. Marco Vinicio gentilmente me envió este recuerdo, el del destino de cada uno de los bateadores de Dodgers de Brooklyn en cada turno de ese 8 de octubre de 1956.




Como se mencionó al principio, el arte o la disciplina de seguir el juego a través de la libreta se ha ido perdiendo. Las páginas web dan la información jugada a jugada a través de programas diseñados para ello. También hay programas que se descargan para usarlos en tal sentido y eso facilita mucho la transmisión de datos.

Otro factor es que los medios impresos, disminuidos en el mundo, envían menos a periodistas a cubrir los juegos. Sí lo hacen para reportajes y entrevistas a jugadores pero esto es horas antes de cada duelo. Igualmente los fotógrafos sí están cubriendo pero no anotando, porque esa no es su tarea.

En esos otros tiempos, era entretenido ver a los colegas exhibiendo sus sistemas particulares. Unos solo usaban un lápiz y un borrador. Estaban los que disponían de un bolígrafo y un líquido corrector o typex y hasta resaltadores llegué a ver entre los compañeros. Así, en el ambiente cada quien le daba su toque personal a la libreta. 

Liga de Anotadores

Bastantes aprendieron a llevar las incidencias de los juegos en la Liga de Anotadores, en el caso de Venezuela. Fundada en 1944, por muchos años entrenó a los interesados con una metodología que dictó cátedra por generaciones. Conocer las posiciones, los innings, precisar el momento del cambio de lanzadores, diferenciar entre carrera "sucia" (cargada al lanzador pero por errores de sus compañeros) y limpia y hacer el perfecto seguimiento cuando un equipo daba "la vuelta a la batería" o enviar nueve o más jugadores a batear formaba parte de esa rutina, un ejercicio de concentración y atención a los detalles. 

Particularmente, era retador era llevar con exactitud el juego cuando superaba los 12 innings, el límite que da la libreta. Se resolvía a veces usando una hoja adicional pero la opción de emplear los cuadros vacíos en los episodios anteriores permitía seguir las incidencias a la vista en la misma página.

Ahora iremos a la actuación individual del bateador. La ilustración inferior es solo una de las muchas posibilidades del destino de un bateador, y aunque no se pretente dar aquí dar clases de anotación. Sólo se quiere ejemplificar lo que hace uno de ellos. Llegó a primera base por sencillo al jardín izquierdo (H7), avanzó a segunda base por error del campocorto con el siguiente bateador (6), a la tercera por rolata de segunda base a la inicial (43) y anotó por elevado de sacrificio al jardín derecho (SF). La carrera es "sucia" o inmerecida para el lanzador aunque se le cargue, debido al error del campocorto. Por eso el rombo interior se rellena hasta la mitad. Si fuera "limpia" se rellenaría el rombo interior en su totalidad. 



Por todos aquellos que anotaron y siguen anotando, ojalá que esa disciplina, técnica o arte no desaparezca en el tiempo "como lágrimas en la lluvia". Pero en el menor de los casos se pretende recordar un generoso y poco recordado gesto del "Musiú", que mucho contribuyó a la difusión del beisbol como gran pasatiempo en Venezuela.