La muerte de Hugo Chávez
Unos días
atrás ya el país parecía acostumbrarse a su ausencia y parecía prepararse para
el eventual anuncio de su fallecimiento. La figura política más carismática -en
todos sus sentidos y apreciaciones- de las últimas dos décadas dio su último
discurso el 8 de diciembre de 2012, y el 5 de marzo del año siguiente me
"agarró" la noticia de su fallecimiento saliendo del Metro de Caracas
rumbo a la Redacción Única de la Cadena
Capriles.
A unos muchachos estudiantes de
bachillerato les escuché decir "se murió Chávez" y realmente no supe
si lo decían en serio o estaban haciendo alguna broma, como suele suceder entre
estudiantes de educación media de cualquier lugar del mundo cuando andan juntos
en la calle, pendiente de reirse.
Así que
saliendo del metro llamé a mi casa para confirmar la noticia. Era obvio que ese
suceso iba a tener impacto en el país y rápidamente mi esposa me confirmó lo
sucedido. Después que el periodista Nelson Bocaranda “tubeara” a través del
diario El Universal en junio de 2011
que Hugo Chávez tenía una enfermedad que terminaría con su vida a un plazo más
breve que el previsto, fue cuestión de tiempo para que el todavía
vicepresidente Nicolás Maduro hiciera el anuncio oficial el 5 de marzo de 2013:
La
redacción de Últimas Noticias se conmovió
por la noticia. Había silencio y mucho trabajo, al revés de otros días de “cochino”
donde hay corricorre pero con gritos y comentarios. La sección de política
estaba concentrada en llenar las páginas con la mejor información posible y la
gran mayoría de los presentes estábamos pendiente por internet de las
manifestaciones de todo tipo sobre este hecho. También causó impacto en el resto del mundo.
Ecos de la prensa internacional. |
La sección de avisos
Me llamó
la atención los días posteriores al 5 de marzo como la prensa escrita se inundó
de avisos de duelo sobre el fallecimiento de Chávez. Últimas Noticias casi que
dobló sus páginas por una semana, y algo similar vivieron otros diarios, lo
cual de manera dolorosa para algunos (para otros no) significó al fin y al cabo
que la prensa escrita todavía tiene algo que ofrecer al mundo en
acontecimientos de gran impacto en el planeta.
Los primeros cambios: la venta de la Cadena Capriles
Pero la
cosa no terminó allí ni culmina aún. Si la muerte de Chávez iba a significar transformaciones
en el país (más malas que buenas como lo vivimos actualmente), a nosotros los
periodistas nos llegaron más rápido.
En efecto,
apenas dos meses después, en un fin de semana que estaba de guardia, leíamos en
redes sociales que la Cadena Capriles fue vendida. Y como el marido víctima de
una infidelidad en el papel del último en enterarse, desde fuera de la
redacción nos decían de esa venta. Pero aquí adentro ninguno de nosotros sabía.
Hasta queeeeee:
Pocos
meses después, Cadena Capriles se transformó en Grupo Últimas Noticias, en una
historia que aún no termina. A veces escuchaba argumentos de porque vendió
Miguel Ángel Capriles, principal directivo de la cadena. Y pensaba que luego de
que sus medios facturaron una montaña de dinero a raíz de la muerte de Chávez,
las eventuales circunstancias adversas económicas ya avisadas y la gran oferta
por ceder el grupo comunicacional, era simplemente el mejor momento de vender.
Y como empresario ese argumento significa simplemente un buen negocio (excelente en este caso).
Hay muchos misterios en torno a la enfermedad y muerte de Hugo Chávez. Por su estilo hermético su entorno
construyó en torno a su estado de salud un muro pocas veces franqueado. Aparte
de las noticias de Bocaranda y el célebre doctor José Marquina por twitter, las
noticias desde el gobierno sobre su principal figura pública fueron la mayoría
de las veces imprecisas y poco claras. Por eso hubo muchas especulaciones en su
momento, incluyendo una donde se cree que murió el 30 de diciembre de 2012 en
Cuba ¿Recuerdan la suspensión de festividades en plazas de Caracas y el resto
del país? Todo inmediatamente después de un anuncio del vicepresidente Maduro
sobre el estado de salud de Chávez y sus dificultades luego de una larga
cirugía.
Tal vez
si comunicacionalmente hubiera sido más transparente tratándose de la figura pública de un mandatario las
especulaciones se hubieran reducido. Pero no es la característica del gobierno venezolano actual, no lo es ni lo será y por eso el misterio y las medias verdades seguirán rondando.