sábado, 30 de septiembre de 2017

El primer campeón bate venezolano en las Mayores







Con José Altuve ganando su tercer título como el mejor en average de la Liga Americana, me pareció interesante recordar al primero de los peloteros venezolanos que consiguieron este logro.

Fue en 1993 cuando Andrés Galarraga con su altísimo .370 terminó una temporada que fue muy emocionante, porque sencillamente era la primera ocasión que teníamos los aficionados venezolanos de presenciar algo así.

En el caso de Galarraga hubo bastante drama. El primero de ellos fue porque fue prácticamente el último día de la temporada regular, un 3 de octubre, cuando pudo alcanzar el número de apariciones suficientes para adjudicarse el liderato.

Alfredo Villasmil @ElVillasmil024 y yo éramos los encargados de la fuente de beisbol del diario Meridiano entonces. Sí, antes de dedicarme en el periodismo a la vigilancia nocturna fui redactor y reportero un par de temporadas en el beisbol profesional.

Fue allí donde vi con frecuencia a Galarraga en lo que fue su última campaña con Leones del Caracas, en el béisbol profesional de Venezuela, poco antes de irse a recuperar su carrera con Rockies. Recuerdo su optimismo en recuperar su status de estrella algo perdido luego de salir de Expos de Montreal y recalar en Cardenales de San Luis. Andrés tenía el rango de gran ídolo en la afición de Venezuela y al mismo tiempo era un personaje sencillo que atendía a los aficionados de muy buenas maneras: Hasta lo vi varias veces ayudando a los periodistas con el inglés durante las entrevistas a sus colegas norteamericanos después de los juegos.

Teniendo al fallecido Don Baylor como mánager, Galarraga cambió su postura con el bateo y tuvo la campaña inolvidable de 1993. Pero también perdió juegos por diversas lesiones y allí estuvo la emoción ante la necesidad de acumular las apariciones necesarias en el plato.

También tenía un rival peligrosísimo en Tony Gwynn, permanente competidor por el liderato en ese rubro y que terminó como miembro del Salón de la Fama. 





En Meridiano durante los dos últimos meses la tensión recaía sobre los redactores, lo que significaba también que nuestros jefes estaban presionados.

Noche a noche seguíamos a Galarraga y a Gwynn, y durante el día escribíamos los respectivos análisis. Lo peor, pero lo sabemos ahora, es que no había internet y debíamos esperar al final del juego, o seguir algunas transmisiones radiales cuando se podía. De modo que había suspenso después de las 10 de la noche para activar las teclas y preparar los diversos titulares.

La expectativa generó diversos intereses más allá de lo deportivo. Hasta conocí el preescolar donde Andrés pasó parte de su infancia en la urbanización La Florida, Caracas. Todos querían saber cualquier detalle del pelotero.  
    
No fue el último gran momento en la vida del jugador. Con Colorado fue campeón en jonrones e impulsadas años después. Firmó con Atlanta, perdió un año de beisbol por culpa del cáncer. Se hizo un documental sobre todas sus vivencias, con guion de Mari Montes y siguió generando noticias hasta su retiro en 2005. Por supuesto que todavía mucha gente lo recuerda.

Pero en 1993 fue el primer campeón bate venezolano, y esa temporada fue detallada en este libro a tres manos: Daniel Gutiérrez, Javier González y Daniel Gutiérrez hijo.



Ahora con Luis Arráez, José Altuve, Miguel Cabrera, Magglio Ordóñez y Carlos González, repitiendo lo que Galarraga hizo una vez parece más rutinario, especialmente con los dos primeros señalados que lo han logrado en más de una ocasión. Pero en 1993 vez fue algo inolvidable.

Eso sí, nunca más pudo jugar con Leones del Caracas. Pero eso es historia para otro momento.